Que agradable la playa en invierno, si es posible con mucho frio, nublado y el mar mas azul que nunca. No hay cosa que en estos momentos me pueda causar mas paz que estar en medio de la soledad de una playa, jugando con los granitos de arena que corren entre mis dedos y esperando que se ponga a llover.
Llueve en el mar:
al mar lo que es del mar
y que se seque la heredad.
¿La ola no tiene forma?
En un instante se esculpe
y en otro se desmorona
en la que emerge, redonda.
Su movimiento es su forma.
Las olas se retiran
—ancas, espaldas, nucas—
pero vuelven las olas
—pechos, bocas, espumas—.
Muere de sed el mar.
Se retuerce, sin nadie,
en su lecho de rocas.
Muere de sed de aire.
Octavio Paz
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