miércoles, marzo 29, 2006

Esperando una lluvia de estrellas fugaces

Una canción, una mirada...son como mil alfileres sobre mí,
me persiguen, me presionan.
Te sostengo en mis brazos, te abrazo tan fuerte que te aprieto y
te haces chiquitito y es tan pequeño en lo que te conviertes
que entras sin problemas en mi bolsillo,
pero me haces cosquillas duendecillo, me pellizcas los pies
y aunque finja que no te veo, que no te siento,
estas allí presente con luces, con cámaras lentas.
Te grabo con mi cámara secreta, te pillo y te averguenzas de ti mismo
y yo no tengo palabras para explicarte, no tengo herramientas ni melodías
para que percibas lo que hay dentro de mí.
¿se puede amar y odiar a la vez? , Quien mierda sabe?!
Yo sigo navegando sobre un oceano que no siempre esta a mi favor,
y trato de esquivar los rayos y truenos que me envias
ya que se que las tormentas no duran un mar de años
y que a la larga todo pasa...

2 comentarios:

Fran dijo...

después de la tormenta siempre viene...bueno ya tu sabe amiga...besos abrazo apretao

el 10 dijo...

Hola, parece q el escrito tiene que ver más con tu estado de ánimo, pero lo del duendecillo me hizo reir - se agradece - y el resto tb me pareció interesante.

Gracias por visitar el potrero...

saludos!