Y el año se pasó volando,todavía me acuerdo de ese día de julio cuando compre el pasaje para el lugar más lejos que se pudiera ir. Finalmente llego el gran día y hoy me encuentro aquí cumpliendo el sueño de viajar, viajar y viajar aún más. Increible como es que de repente uno cree que tiene todo friamente calculado y en un segundo la pelicula puede hacer un giro inesperado de 180º. La cuestión es que pense que hiba a tomarme una semana de vacaciones para reconocer el lugar y ya al segundo día me encuentro trabajando, pero no en cualquier pega sino que como temporera recogiendo frutillas en las afueras de la cuidad de Auckland. Y sí! jamás pense que terminaría en algo así pero de verdad que estos días que llevo metida en esos campos con el barro hasta los tobillos ha sido una experiencia increible.

Bueno ya sé que esto sólo es el comienzo, todavía queda mucho por recorrer pero esta es la primera.

La que esta en la foto es una de las tantas mujeres africanas que trabaja ahí, ella viene de Somalía. De Latinoamerica sólo somos 3; una chilena, una uruguaya y yo.